Agencia Bolivariana de Noticias (27/11/2006)
Caracas, 27 Nov. (ABN).- El Proyecto Bolivariano de Trueque no busca sustituir la circulación de la moneda nacional, sino contribuir, desde una perspectiva microeconómica, a la creación de una nueva economía solidaria, basada en el intercambio de productos y servicios dirigidos a satisfacer las necesidades de una localidad.
Así lo aseguró el asesor internacional del referido proyecto ante el Instituto Nacional de Desarrollo de la Pequeña y Mediana Industria
(Inapymi), Rubén Ravera, quien aseguró que con la implementación de esta forma de intercambio comunitario no se trata volver al pasado, sino por el contrario es una superación de la economía.
Ravera destacó que en América Latina, en la década de los 90, específicamente en Argentina y Colombia, la gente comenzó a generar al interior del mercado formal del dinero los llamados «Merkados Comunitarios», que funcionaban en distintos espacios, grupos y comunidades que comenzaron a practicar el trueque multirrecíproco.
Por su parte, Daniel Jaramillo otro de los asesores internacionales, explicó que existen diversas maneras de organizar un «Merkado Comunitario de Trueque», donde se crea un Bono de Trueque, de carácter local, no intercambiable por dinero, que sirve para valorar al interior del grupo de productos, servicios y saberes a intercambiar.
Afirmó que el uso de estos bonos permite que el intercambio se convierta en un sistema económico estable y organizado y no en algo
ocasional entre amigos y conocidos.
La práctica de este sistema económico local está basado en la solidaridad, la reciprocidad y la cooperación.
A estos «merkados» cada persona lleva sus productos y anuncia los
servicios que quiere ofrecer, con esto consigue Bonos de Trueque y
adquiere con ellos otros productos que los demás integrantes del grupo ofrecen.
El intercambio es similar a un mercado normal, pero sin hacer uso del dinero, sino únicamente de los bonos.
Todos los merkados comunitarios de trueque están organizados y gestionados por colectivos o grupos de personas que practican el trueque multirrecíproco.
Jaramillo expresó que en estos grupos no puede ser admitida ninguna separación entre productor y consumidor, por lo cual cada participante es considerado como ‘prosumidor’ (productor y consumidor a la vez).
Los prosumidores que integran un grupo de trueque llevan al merkado comunitario sus productos, sus servicios y, como contraprestación, toman los productos que otros prosumidores le ofrecen para cubrir algunas de sus necesidades básicas, a fin de constituir una comunidad que intercambia en la misma medida y sin acumular.
En una zona empobrecida, con escaso dinero de circulación, aunque
haya habilidades, talentos y riquezas naturales, así como a la vez
personas con necesidades que podrían ser resueltas, los intercambios se reducen enormemente por la falta de dinero circulante.
Los merkados comunitarios de trueque permiten que mientras existan recursos humanos y materiales dentro de una comunidad -que siempre los hay- cualquier intercambio económico pueda ser realizado a través del uso de los bonos.
Asimismo, Rubén Ravera enfatizó que las personas que participan del trueque lo hacen compartiendo su actividad formal.
«Quien ha dicho que el trueque impide el ahorro, es inexacto. El trueque fortalece el ahorro, porque quien puede satisfacer necesidades localmente, tiene capacidad para ahorrar y dedicar ese dinero a otros productos y servicios que no puede acceder en el mercado de trueque», aseguró.
El asesor internacional Juan Esteban López destacó que el trueque bolivariano tendrá un impacto en las economías de las distintas localidades venezolanas donde se implemente, ya que generará una riqueza que en el sistema formal se escapa, porque «el dinero no lo controlan las comunidades y los bonos de trueque sí».
López informó que en el país existen, hasta la fecha, unas experiencias de trueque de grupos que se han capacitado a través de
Inapymi y están empezando a montar sus «merkados» en varias localidades de Caracas, así como en los estados Carabobo, Aragua, Nueva Esparta y Portuguesa.